MARAVILLOSOS MICRO-RELATOS SOBRE LA GUARIDA DEL LIBRO. (FINALISTAS Y GANADOR).

Con motivo de la celebración de mi AniverBlog, os propuse hacer un Micro-relato de esta mi Guarida. Sois muchos los que habéis participado y os lo agradezco de corazón, para mí todos y cada uno de esos pedacitos de historias son especiales y únicos.

Como recompensa decidí que uno de ellos ganaría un libro, (los de España era un libro en papel y los de fuera era un libro digital) así que os dejaré los tres finalistas y al final os pondré el micro-relato ganador y anunciaré la persona que puede reclamar su premio, ver las bases aquí.

El primer micro-relato que os dejo, me pareció muy original, y me reí mucho al terminar de leerlo.

Se titula: "Bienvenido a La guarida".
Apago el motor, pero aún tardo unos minutos en salir del vehículo. «¿Será esta la dirección?», pienso. La enorme casa –más bien, una mansión– no parece haber sido usada desde hace años, por no decir siglos. Y, sin embargo, las toscas indicaciones no dejan lugar a dudas; es la Guarida.

Me acerco despacio, en guardia. A pesar del aspecto general, el enorme portón se encuentra en excelentes condiciones, casi como si fuese nuevo. Agarro la aldaba metálica y llamo un par de veces. Creo escuchar pisadas en el interior antes de que la puerta se abra, lentamente.

–¿Señor Skinner? –pregunta una voz femenina al otro lado.

–Sí –respondo–. ¿Es usted… ?

–Lo soy –dice la voz, interrumpiendo mi pregunta–. Entre.

Obedezco, aunque la oscuridad que reina en el interior hace que un escalofrío recorra mi cuerpo. Tras de mí, la puerta se cierra por completo.

–¿Lo ha traído?

Asiento, sin estar seguro de que mi reacción pueda ser vista, y levanto el objeto que llevo en la mano izquierda. Distingo una figura, SU figura, acercándose.

–Muy pequeño, demasiado pequeño –dice la mujer. Trago saliva antes de responder.

–Como comprobará –expongo–, el tamaño no hace que su valor sea menor. Ya dicen que las mejores fragancias vienen en frascos pequeños.

–En una semana estará todo dispuesto –me dice, cogiéndolo de mis manos–. ¿Está seguro de que quiere que lo haga?

Su pregunta me sorprende y me inquieta a partes iguales. No había pensado en los riesgos, era cierto, mas mi decisión no iba a cambiar.

–Lo estoy –afirmo con contundencia–. Volveré en una semana para ver el resultado.

Creo escuchar una risa, aunque tal vez se trate del viento que se cuela por las rendijas de la Guarida. La mujer abre de nuevo la puerta, como clara indicación de que ya es hora de partir.

No vuelvo la cabeza mientras camino hacia el vehículo y, solamente en la seguridad de su interior, me atrevo a echar un furtivo vistazo a la casa. Ya no hay vuelta atrás. En una semana comprobaré si la espada de Damocles que pende sobre mi cabeza está sujeta con la suficiente fuerza o, por el contrario, me atravesará.


En una semana, Laidy Turquesa tendrá hecha la reseña de mi libro".

Autor: David J. Skinner

El segundo mirco-relato me pareció muy enigmático y divertido.

Me desperté tirado en el áspero suelo de una profunda y angosta cueva. Intenté levantarme, pero lo hice a tientas, porque ni un sólo rayo de luz osaba entrar en aquellos lares, y yo no podía ver en aquella oscuridad total.

Intenté recordar cómo había llegado ahí, pero mi mente parecía haberlo olvidado. "Qué extraño", pensé. Se me ocurrió comenzar a caminar hacia lo que parecía la salida y de pronto comencé a observar decenas, cientos o incluso miles de libros que revoloteaban sobre mi cabeza, produciendo destellos luminosos. Algunas hojas se arrancaban de sus páginas y caían flotando hasta el suelo, pero yo no me atreví a recogerlas.

Ignoré aquellos extraños libros que parecían sacados de Harry Potter y me dirigí hacia la única persona que veía por aquel lugar. Era una mujer pelirroja, que en cuánto me vio se acercó hasta mí. Esbozó una amplia sonrisa y me invitó a sentarme junto a ella.

-Bienvenido a la Guarida del Libro -fueron las únicas palabras que pronunciaron sus labios-.

Me hizo un gesto para que tomara un vaso de chocolate caliente, que rápidamente me bebí de varios sorbos. En la cueva hacía bastante frío y un aire gélido me hacía temblar. Después de aquella deliciosa bebida, la dueña de aquella extraña cueva metió una mano en un bolsillo de su túnica morada. De éste sacó una piedra azulina que tras mostrarmela, me colocó en la mano.

-Siempre que quieras volver, hallarás el camino.

Y aunque era extraño, en aquel lugar me sentía mejor que en cualquier otro. Pero entonces el despertador comenzó a sonar y me desperté en mi habitación. Me levanté de la cama recordando éste curioso sueño, pero al meter la mano en el bolsillo de mi pijama, me encontré con la piedra azul".

Autor: David Chamadoira

Casualidades de la vida, son los únicos chicos que participaron.

El siguiente micro-relato me hizo mucha gracia por la forma en la que está contado y me gustó mucho leerlo e imaginarlo.

"Me siento como Gretel de cuento Hansel y Gretel. Quién me iba a decir esta mañana que lo que iba a ser un relajante paseo por el bosque iba a concluir conmigo perdida. Si es que esto solo me pasa a mi, no tendría que a ver girado a la derecha, separándome de mis amigas, pero es que sentí una voz que me llamaba, pero la curiosidad me pudo, y a que me ha llevado eso? a no saber dónde estoy y a saber que estoy loca por escuchar voces.

- ¿Hola? ¿Hola?

Vuelvo a escuchar mi nombre en un susurro y me giro hacía la izquierda, de donde provenía el sonido, peor no veo a nadie, solo veo una luz en la lejanía, resoplo... Espera he visto una luz, eso quiere decir que hay una casa. Mi animo mejora un poco, peor no mucho.

Con zancadas rápidas me dirijo hacía allí y ahora escucho la voz mucho más fuerte, pero es una voz amable, no me asusta en absoluto.

- ¿Hola? Me he perdido, necesito un teléfono.

Según me acerco a la casa, me doy cuenta que no es una casa, es una cueva y la luz proviene de dentro. 

- ¿Hola? ¿Hola?

Deseando llegar a casa, me adentro pero cuando pongo el pie dentro la luz se hace más intensa, tanto que entrecierro los ojos y pongo mi mano a modo de visera.

- ¿Hola?

La luz se atenúa tan de repente como apareció, y me quedo anonadada mirando alrededor, ya que la cueva esta llena de estanterías que llegan del suelo al techo y están todas llenos de libros, de todos los colores y tamaños. Me acerco a la estantería más cercana y paso mis dedos por los tomos, mientras leo algunos títulos: Crónicas de la nueva Hispania, Mi custodio, El sello Negro... y miles de títulos más.

- Hola bienvenida a mi guarida.

Me giro y veo a una mujer con un vestido verde, precioso, de esos de época con el pelo rojo y con cara amable.

- Siento molestar, me he perdido y he encontrado tu cueva.

- ¿Estás segura que te has perdido? Esta cueva es mágica y atrae a gente que le encanta leer y conocer escritores nuevos. Se bienvenida y puedes quedarte tanto como desees.

Sonrío a la mujer y tengo la sensación de estar como en casa.

- ¿Cómo te llamas?

- Me llamo Lady, y esta es mi guarida y a partir de ahora la tuya."

Autora: Sheila Pérez.

En este punto debo decir que todos los micro-relatos son maravillosos, que me ha sido muy difícil, pero mucho, mucho, elegir entres todas las preciosas piezas de cuento que me habéis regalado. Para mí el hecho de elegir uno me ha supuesto un problemon,  para mí todos y cada uno de esos micro-relatos es único y original.
Os agradezco de todo corazón vuestra participación.

Ahora sí, os dejo con el micro-relato ganador.
Una pequeña historia llena de imaginación y de pequeños detalles que me han cautivado.

"- Pasad... pasad... - decía una voz en eco que no sabía de donde venía.
Me adentré por la impresionante guarida, teniéndome que restregar los ojos por lo que iba viendo, ¿aquello era real? Pájaros en forma de libro, mariposas que eran hojas de papel... ¿aquello era un castillo? Me pellizqué y gemí dolida ante la expectación... ¿Y eso de allí una pluma de escribir?
- Bienvenida a la guarida, la reina la espera dentro.- habló la pluma estilográfica.
Un poco más, y me caigo de la impresión.
Avancé por un sendero de verdes paredes con brillantes estrellas y me topé con dos puertas, en una ponía de Sábado a jueves, y en la otra Viernes. Empujé la primera, unas risas alegres y olor a café me invadieron.
- ¿La reina de la Guarida del Libro? - pregunté a la chica pelirroja que tomaba su taza con otra de pelo castaño.
Ambas me miraron.
- Pasa, pasa... ¿Una taza... con Sentencia de Amor o Grandes Secretos Desvelados...?
Sonreí:

- ¿Ambas?"

Autora y ganadora del micro-relato de La Guarida del Libro:

Aurora envíame un mail a ladyturquesa@yahoo.es con tu dirección postal y que libro de los tres que había quieres.

Aunque suene repetitiva, muchas gracias a todos por participar.

Os recuerdo que hay un estupendo concurso activo en esta Guarida, os dejo las bases aquí.